Cuestión de pelos

Ando yo preocupadilla, bueno en realidad más bien ansiosa, porque a Tulga no termina de salirle el pelo. Que sí, que es una bobada, pero con sus ocho meses y medio sigue pelona cual bombilla y entre eso y que tira a esmirriada parece un bebé chiquitín en vez de uno ya mayorcito, con derecho a tener dientes y a ponerse de pie aferrada a los barrotes de la cuna. El resultado es que me paso el día dando explicaciones a todo quisqui de lo bien que se sienta y de lo mucho que arrastra el culo (¡que esa es otra!) para la edad que tiene y asegurando que no pasa nada porque roa una galleta o un mendrugo de pan, con su gluten y sus migas, porque hace dos meses que empezamos con la alimentación complementaria. Jolín.

Al efecto Yull Brynner contribuye además que la pelusa que le empieza a asomar es superclara y hay que mirarla con lupa para verla y que aún conserva algún pelillo oscuro de su nacimiento (en plan señor mayor, por encima de las orejas), y a mi, que me gusta un pelazo como al que más, me desespera. A ver, que no quiero liarme a ponerle horquillas y lazos a la pobre (su hermana luce melenón y a penas los lleva), pero me gustaría poder peinarla un poco en vez de limitarme a bajarle los pelines con un spray de colonia.

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Excepto por el cigarrillo, mi Tulga es clavaíta

 

Y es que en esto, como en todo, cada bebé es un mundo.

Yo he clasificado a los pimpollos en cuatro categorías capilares (en base a mi ojimétro y experiencia). A saber:

– El recién nacido «heavy metal». Esto es: bebés que nacen con greñas de serie, a lo Jimmy Page en sus tiempos mozos… De ser verdad el mito que dice que si sufres acidez de estómago durante el embarazo es porque el niño viene con pelo, las pobres madres de estas criaturas habrían acabado con los antiácidos de media España. El bebé «heavy metal» rara vez pierde la melena (o por lo menos conserva siempre una buena cantidad pelo en la cabeza) y hay que cortarle el flequillo a los 15 días de vida, para que no le tape los ojos.  Yo no he visto ningún niño rubio de esta especie, pero imagino que en Noruega habrá algunos ejemplares, aunque sea sólo por la mezcla genética entre Thor y Black Metal que se gastan en esas latitudes.

– El bebé «último mohicano», o sea, calvito por todos lados pero con una buena cresta en el medio. No sé por qué pero la mayoría de casos que conozco son de varones (a lo mejor las niñas no se sienten identificadas con este look tan agresivo). El pelo de estos pequeños suele aparecer pronto (la nuca, que es la que se queda pelona con el roce ya está sin pelo, así que tienen medio camino hecho), aunque algunos siguen manteniendo aspecto de punkys de última generación hasta bien entrado el año. Si no te empeñas en vestir al churumbel como si fuera de boda cada día, este peinado a mi no me disgusta. Hasta lo veo gracioso, fíjate.

– El diminuto «señor notario». Mi Mayor en estado puro. Me explico: bebés con calvas de hombre de mediana edad, con profesiones que los alejan de la luz de sol, como archivistas o registradores de la propiedad y a los que una imagina con gafapasta y vestidos con chaquetas de lana con olor a nicotina. Esta categoría puede presentar varias modalidades: bebé con entradas tipo Jude Law, bebé con pelo sólo en la nuca y encima de las orejas, como mi abuelo o Chanquete o bebé con cuatro pelos repartidos sin demasiado tino por todo el cráneo. Al final, muchas madres se hartan y acaban pasándoles la maquinilla a los desdichados con este tipo de pelamen. No fue nuestro caso: la Mayor tuvo que hacer la muda completa ella sola, aunque con seis meses ya no se le veía el cartón.

– Y, finalmente, la «bola de billar», tal que mi pobre Tulga. Un miniser puede llegar a este estadio por dos vías: o bien nace con pelusa y en sus primeras semanas la pierde toda sin que haya reemplazo (nuestro caso) o bien llega al mundo directamente peleado con sus funículos pilosos. Si a esta cabeza reluciente le añadimos que el chiquillo en cuestión no es el típico bebé gordote y lleno de michelines que dan ganas de mordisquear, sino que más bien anda escaso de carnes, al final descubres que lo que tienes entre manos no es un niño, sino un chupachús. Y eso sí que no. Por ahí no paso. Tulga es la niña del gorro. En invierno para que no se le enfríen las ideas y ahora en verano para que no se queme el coco y, aún así, su santa madre roza la desesperación. Todos los días la pongo a la luz y compruebo si hay pelo nuevo, pero no. Cuatro cosinas rubias e invisibles al ojo humano que además nacen de punta como si la cría tuviera los dedos permanentemente metidos en un enchufe. Ainssssss!!!!!

Me toca armarme de paciencia  y esperar a que finalmente la cosa mejore… Eso sí, al próximo que me diga lo mucho que se mueve la chiquilla para tener cuatro meses, me lo como. Crudo.

¿Y vosotras? ¿Alguna ha tenido algún problema capilar como este?

 

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11 responses to “Cuestión de pelos”

  1. Futura mami Marta says :

    Tu tranquila, mis sobrinas salieron pelonas, y les tardo un montón en crecer el pelo. Y ahora la mayor de 6 años tiene una muy buena melena.

    • Norgwinid says :

      Ains, gracias! Si yo sé que calva no se va a quedar, pero me desespera verla sin un pelo. Además como no le he puesto pendientes (ni a ella ni a la Mayor) todo el mundo piensa que es niño y, ale, a dar más explicaciones. En fin. Paciencia supongo.

  2. nosoyunadramamama says :

    jajajaja, muy buena clasificación!!! rafa nació greñas y a los dos meses ya apenas tenía cuatro pelos!!! Mira, te voy a decir una cosa porque este tema me tienen frita, mi señora madre me cortó el pelo por primera vez en mi vida a los 4 años!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y sinceramente, otra cosa no, pero tengo una melenaza estupenda y blillante y sin una cana a mi edad! Y Alfonso nació medio calvo y hasta los 3 años no le corté el pelo por primera vez, sí, sí, lo que lees, primer corte de pelo a los 3años! Y Gabriel va por el mismo camino, no te digo más!!! Si quieres sabes cómo será alguien de mayor, mira a su padre en el caso de varones y a su madre en el de las hembras, y dilema solucionado!jajaja

    • Norgwinid says :

      Jajajaja. Yo estoy contigo en esto. A la Mayor le cortamos por primera vez el pelo este mes de marzo, con tres años cumplidos y tiene una melena preciosa y espesa. La peque sencillamente está tardando más y, como va para muy rubia, los cuatro pelines nuevos que tiene ni se le ven. Besos

  3. Una mamá muy feliz says :

    Uy UNMF nació pelón pelón y se llego a saber los berrinches para pelarlo, mejor que se hubiera quedado así…ahora le crece muchisimo!

  4. Diario de una Mami says :

    ¡Jajajaja! ¡Qué buena clasificación! 😀 😀 Bah, pasando de la gente, que son muy cansinos todos. Mira, Pegotito nació con pelo negro y rizadito. Lo fue perdiendo y estuvo cual bolita de billar hasta hace poco. Y ahora es rubia clara, que no parece mi hija, y con un pelo fino y casi inapreciable. Pero ni me preocupo. Así nos gastaremos menos en peluquerías. 😉
    Y a la que escribe apenas le salía pelo de pequeña, siempre con los caracoles y los pelos a lo loco, corto y revuelto. Ahora tengo melenaza. En coleta, pero melenaza.

    • Norgwinid says :

      Sí, es verdad que esto de los pelos cambia mucho con el paso del tiempo. La Mayor nació morena, se quedó como un señor notario a los 15 días y a los seis meses ya tenía un pelito rubio precioso. Habrá que ver la evolución de Tulga… Ah, y sí, hay gente muy cansina…

  5. Elisa says :

    Conmigo ha pasado lo contrario. Mi hijo llegó con tantos pelos, que al salir de la sala de partos, llegar a la habitación y que se presentara la primera enfermera, le pregunté si los pelos (muchos, pero muchos de verdad) de la frente tardaban mucho en caer (ya dado por sentado que TENÍAN que caer, en otro caso, sería el primer bebe metrosexual del universo). Se parecía un bebe-mono, pero no mono (bueno, mono si, que no salga como mala madre), sino que de un mono. En la frente ya no tiene pelos, pero en la espalda tiene más que su padre…

    • Norgwinid says :

      Jajaja. No sé si entra en la categoría de bebé heavy o habría que crear una nueva para él! De todas formas, sé que hay niños que nacen con mucho pelo por todas partes, el lanugo que desarrollan en el vientre materno y que luego lo pierden. Mi hermana era de esas, pelos por todos lados, la espalda, el culito, la frente… Y ahora te aseguro que, excepto en los sitios habituales, no tiene pelo de más!!!

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