No me dejes coger a tu bebé en brazos
Hace cosa de un mes unos grandes amigos del Costillo se convirtieron en los felices padres primerizos de un par de mellizos preciosos. Niño y niña. Lo ideal, según las viejas de visillo que pululan por doquier. El caso es que, como ya ha pasado un tiempo prudencial, parece que ha llegado el momento de ir a conocer a los nuevos miembros de la cuadrilla. Y, francamente, no quiero.
No soporto la idea.
No quiero coger a un recién nacido en brazos. Oler su cabecita. Sentir su cuerpo ligero y lleno de promesas.
No ahora.
No todavía.
Y recordé el post que escribió hace tiempo una madre molona, con palabras que me llegaron al alma, así que, a escondidas, para que nadie se entere, lo comparto con vosotras mientras intento lamerme las heridas…
-Una adaptación de un texto original de María Marín, alias Madreveterana- Comienzo a parecer arisca entre mis amistades. Pensarán que los años me han cambiado, que ya no soy la que era… y no, no lo soy, ya no acudo de visita a los hospitales cuando han dado a luz mis amigas y, después, opto […]
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