Cosas que nunca te contaron sobre el fin de la lactancia

Sí, sé lo que estáis pensando: «Ya está otra vez la pesada esta dando la vara con lo de la teta». Vale. Lo admito. Si os digo la verdad no tenía pensado escribir sobre el tema, de hecho tengo un post casi listo guardado en borradores sobre otra cuestión. Sin embargo, quod erat demostrandum, servidora es muy de prontos. Vamos, de hacer lo que me sale de la alcaparra, especialmente si se trata de poner por escrito lo que me ronda la cabeza.

Y lo que me tiene aplataná viva estos días es, justo, en fin de la lactancia de Tulga. No sólo porque todo ha sido más rápido (y bastante antes) de lo que tenía planeado, sino también porque me estoy deparando con algunos detalles que me resultan desconocidos. A saber:

  1. Madres lactantes del mundo, qué alguien me diga por qué después de 20 días sin que la peque se acerque a un pezón aún sigo teniendo leche. Vale, no voy chorreando por ahí, pero la otra noche cuando el costillo me apretó un pecho con fines lúdico-festivos salió la suficiente cantidad como para mojarme el pijama. Esto es algo que la vez anterior no me ocurrió. Cuando desteté a la Enana, tres días después de la última toma, se acabó lo que se daba. Ni gota, oiga. Ná de ná. No sé si al tratarse de una lactancia más prolongada tengo la prolactina por las nubes y aún no he recuperado mi nivel hormonal normal o si es que soy un caso digno de estudio. Por ahora me siento un poco perro verde, cosa a la que también contribuyen los siguientes dos puntos de la lista.
  2. Y es que, desde que pusimos punto y final a la teta, el pelo se me cae a puñaos. Estoy perdiendo ahora todo lo que no perdí en el postparto más inmediato. Parezco un perro en plena muda, en serio. A estas alturas hay más pelo en mi almohada que en mi cabeza y vuelvo a preguntar: Pero ¡¡¡¡¿esto es normal?!!!! ¿Tiene algo que ver el fin de la lactancia o es casualidad?
  3. Para terminar, destetar a un bebé crecidito es más complicado que destetar a un bebé de pocos meses. Hace tiempo que Tulga no me pide mamar pero todos los días quiere ver «sus» tetitas. Se sienta en mi regazo, me levanta la ropa con una sonrisa y dedica unos minutos a jugar con mis pezones o simplemente a posar la cabeza entre los pechos, gorjeando de felicidad. Echa de menos el contacto, imagino, igual que yo, pero me resulta confuso y difícil de explicar porque ya no la amamanto. El otro día intentó hacer esto mismo en el parque y casi tuve que hacerle una llave de judo para apartarla de mi sujetador ante la mirada inquisitiva de dos o tres vecinas. «Acaba de dejar el pecho» balbuceé a modo de escusa, mientras con una mano apartaba a mi hija y con la otra intentaba bajarme el jersey.

Todo esto es novedoso para mi, porque cuando desteté a la Mayor las cosas fueron de otro modo. Nos tomamos nuestro tiempo, fuimos eliminando tomas poco a poco, dando un paso adelante y otro atrás la mayoría de las veces. También es verdad que la Enana era más pequeña que Tulga (acababa de cumplir un año), y su relación con el biberón venía de antiguo… En cualquier caso, hay por lo menos otras tres cosas que nunca te contaron sobre el fin de la lactancia:

  1. Dejar el pecho puede ser tan difícil como empezar a darlo. De nuevo vuelves a vértelas con tu amiga la «superproducción» y a cada toma que eliminas te pasas dos o tres días con las tetas como melones. Es molesto, doloroso y antiestético (esos bultos, esos pezones salidos y con las venas marcadas… ufff). En esta ocasión, como estaba tomando ibuprofenos como caramelos, casi ni me enteré, pero con la Mayor pasé 48 horas fastidiada.
  2. Tus tetas jamás, JAMÁS, volverán a ser las mismas. Si tienes suerte (como yo) a lo mejor te libras de las estrías, pero tras dar el pecho, sobre todo si lo haces durante mucho tiempo, aquello queda cual colgajo de carne, hagas lo hagas. No es sólo que pierdas volumen – que también – sino que la forma y «altitud» de los senos se desintegra. Es como si te pusieras un corsé, pero dónde no toca. Si algo voy a echar de menos es la capacidad para lucir canalillo de los últimos cuatro años…
  3. Dejar el pecho cuesta dinero. DIN, DIN, DIN! Las leches de continuación son tan caras como la sangre de unicornio y si tu hijo tiene buen saque, puedes salir a lata cada 10-15 días. En nuestro caso nos pasamos directamente a la leche de vaca, pero si se trata de niños más pequeños te suelen recomendar de las otras, o sea, que toca rascarse el bolsillo. Como además tu hijo sea un repelente de la tetina y no le gusten las que venden por 3 euros en Carrefour, ya puedes ir rompiendo la hucha.
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Tal que Tulga, mismamente

 

Y una vez que me he despacho a gusto, pido a toda mujer que haya dejado recientemente el pecho y lea estas líneas que me saque de dudas y me diga, por amor de Dios, si lo mío es normal…

 

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13 responses to “Cosas que nunca te contaron sobre el fin de la lactancia”

  1. nosoyunadramamama says :

    ostras, a mí es que no se me cayó el pelo ni en el postparto, pero no sabía que podía tener algo que ver con la lactancia… Yo la verdad es que tuve destetes muy ligshs, muy paulaltino y siempre fueron lactancias mixtas así que fue sencillísimo, vamos, creo que ni se enteraron del cambio porque estaban acostumbrados también al bibe. Pues oye, lo de que salga caro también depende mucho de la marca, no??? yo me gasto 20 euros al mes en leche de fórmula, que no me parece mucho la verdad. Creo que hice cálculos y es lo mismo que gasto en leche normal de vaca para los mayores!

    • Norgwinid says :

      Yo lo del pelo no lo tengo claro. Por eso pregunto, a ver si alguien sabe del tema!!! En cuanto a la leche… pues hay de todo, claro!!! Desde los 9 euros de la marca Carrefour a los 23 o 24 de la Almirón. A mi con la Enana un bote me duraba unos 10 días, salía a dos botes y medio al mes, lo que viene a ser unos 25-30 euros, según la marca. Pero, claro, la de la teta es gratis!!! También he tenido la suerte de que les ha dado igual el tipo de tetina y biberón porque hay cada cosa por ahí que parece diseñada por la NASA…

  2. Soymadreyahoraque says :

    Yo lo que llevo fatal es que tengo el pecho como «escurrío», a ver… Yo nunca he sido una Yola Berrocal, pero estaba muy orgullosa de ellas. Ahora las pobres estan más fofillas y un poco caídas (aunque todavía estan de buen ver eh?? 😝).

  3. mamacaotica says :

    Yo no puedo ayudarte porque aún no he destetado, pero a mi desde que parí se me cae el pelo a puñaos, parece que desde que uso H&S anticaida se me cae menos, por si te ayuda. Aunque yo creo que debe de ser por las hormonas y que al final parará de caer.

    Lo de que te sale aún leche, deberías ir a la matrona, ya que puede quedarte la leche dentro y después darte problemas. Creo que hay unas pastillas que te cortan la leche, las que les dan a la mamás que no quieren dar pecho.

    Que tierno me ha parecido que tulga quiera ver «sus tetitas», para comersela!!

    • Norgwinid says :

      Probaré con el champú, gracias!!! Aunque como dices seguro que es un tema hormonal que a mi las hormonas me tienen frita. Lo de la leche me tiene mosqueada, si me aprieto aún salen unas gotitas y la última toma la hizo el viernes santo! Es mucho tiempo para que siga teniendo leche. Tulga está para comérsela en general, la verdad y su amor por mis tetas empieza a ser legendario…

  4. Mayte Mtnez says :

    Hola,
    Me gusta mucho leer tus post, te sigo desde que nacio mi bebé, hará ahora casi un año. No tengo experiencia en destete, pero a lo mejor te pueden ayudar en algún grupo de lactancia. Yo sigo uno en facebook, se llama Alba lactancia. Si les cuentas tu caso seguro que te ayudan.
    Y ya metiendome al barro del todo, te diría que si quieres volver a lactar, incluso te pueden aconsejar.

    • Norgwinid says :

      Hola y bienvenida!!! Siempre me hacen mucha ilusión los comentarios de gente nueva, sobre todo si dicen que siguen desde hace tiempo!!!!! Ay, que emoción!
      Echaré un vistazo al grupo de lactancia que me indicas a ver si me sirve de ayuda. Muchas gracias!!!! En cuanto lo de de relactar… yo misma lo pensé cuando acabé la medicación. Habían pasado sólo 20 días y no era descabellado, pero Tulga ya había superado el trauma, y no me pedía mamar, así que no lo vi la necesidad de hacernos pasar por eso. Si tuviera 6 o siete meses lo habría intentado, sin duda.
      Un beso!

  5. Amaia says :

    Hola! Te sigo desde hace tiempo y me parto con tus historias, me encanta ese sentido del humor tan irónico y negro a veces. Cuentas cosas que me recuerdan mucho a mi misma! Ahora mismo me encuentro en pleno destete, y aunque mi hijo sólo tiene 14 meses, ya no quiere más teta! Desde que he vuelto a trabajar, ha descubierto el biberón y le apasiona😱😱, así que ya lleva varios días que no me pide, y si le pongo, da un salto y se pira! Y aquí estoy yo hecha un lío, contenta pq ha sido él el que se ha destetado, triste y llorosa pq me da muchísima pena el terminar, irascible a (muchos) ratos…y aún con leche para exportar…algún consejillo para sobrellevarlo? Gracias y besos!!😘😘😘

    • Norgwinid says :

      Alaaaaa! Muchas gracias por tu comentario. Me ha hecho mucha ilusión!!!! No sé que aconsejarte para que lleves mejor el destete, cada caso (y cada persona) es un mundo y lo que sirve para mi a lo mejor a ti te viene fatal… Te puedo contar, eso sí, lo yo he hecho en ambos casos por si vale de algo. A nivel físico, para aguantar la superproducción, me vino bien aplicar algo de calor y sacar un poco (un pizca, eh??) de leche para aliviar la hinchazón. Con la Peque iba hasta arriba de ibuprofenos por la neunomía, así que no me hizo falta. Si aguantas el tirón dos o tres días, al cuarto todo vuelve a la normalidad. Emocionalmente, ufff, es otra cosa. Tu hijo se ha destetado solo y eso es un punto positivo porque no te pide, ni te busca, ni intenta sacarte una teta en medio del parque. Yo pasé fatal el acoso y derribo de Tulga porque ella quería mamar y yo no podía darle más pecho… Me recordé a mi misma (en los dos casos) que aunque se había acabado una etapa muy bonita de la crianza de mis hijas ahora empezaba otra y que mi tristeza y mi malhumor iba a hacer que me la perdiera. Le busqué el puntillo al biberón (que lo tiene) y tiré pa’lante como los de Alicante… ¿Me sigue dando pena? Pues claro. Pero creo que, ahora, somos todos felices!!! Mucho ánimo y ya me contarás que tal te va!!!

      • Amaia says :

        Gracias por la ayuda!! Ya te contaré qué tal va la cosa…por ahora aquí andamos, entre biberones, ibuprofenos y hojas de col (que deben de ser buenisimas para la inflamación, según dicen…😱😱) un besazo!😊

  6. Amaia says :

    Hooola d nuevo! te escribo para contarte, un mes casi después del fin de la teta. El peque muy bien, el niño que antes era un fanatico de la teta, ahora lo es del biberón, jaja, le chifla vaya…Y yo ya bien, ya no se me caen las lágrimas a cada momento, aunque si que sigo sintiendo esa nostalgia…Y lo que me dijiste, tal cual, pasé unos dias con el pecho a reventar, pero a base de ibuprofenos, masaje, y sacar un poquito de leche a mano, la cosa se solucionó rápido…Ahora una nueva etapa y todos contentos de nuevo.
    P.D. Ayer el enano se me asomaba por el escote de la camiseta, me bajaba el sujetador, y se partía de la risa…¿qué estaría pensando? XD
    Un besazo¡

    • Norgwinid says :

      Hola Amaia! Me alegra que al final el proceso fuese sencillo. Hombre, es molesto y hasta doloroso, sobre todo, porque no te lo esperas (a mi por lo menos me pilló por sorpresa la primera vez. Ingenua que es una). Quizá lo peor se lleva a nivel emocional si no estás preparada del todo. La nostalgia que mencionas… ufff, la reconozco muy bien. Te puedo decir que también se pasa. Tarda un poco más, pero luego te metes de lleno en la «fase 2» (ó 3 ó 4) y se te quitan las penas. Ah, y lo de meter la mano en el escote les puede durar una buena temporada. Tulga aún me saca un pecho de vez en cuando, solo para mirarlo o para jugar con el pezón. Si es que la cosa les marca!!!!

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